El sueño de muchos es tener una piscina privada en nuestro propio hogar. Magníficos días de verano para disfrutar en familia, aseguramos que será el espacio preferido de los más pequeños…
La oferta de construcción de piscinas es muy amplia y es normal que nos surjan dudas antes de decidir qué tipo es el más adecuado. Es importante, por ello, informarse de todos los aspectos a tener en cuenta. A continuación le relatamos algunos de los temas a considerar.
Infórmate sobre leyes
Hoy en día en casi todos los países se aplican normas a la construcción de piscinas, algunas van desde conseguir un permiso de construcción, otras debes cumplir ciertas normativas en la construcción, el punto es que te informes para que puedas construir tu piscina sin ningún problema de por medio que pueda afectar tu inversión.
Ubicación
La ubicación de una piscina debe pensarse también con detenimiento
Tipo de terreno
El terreno de nuestro jardín es muy importante a tener en cuenta al construir una piscina. Previo al diseño de esta será necesario un estudio ejecutado por profesionales.
Dependiendo del tipo geológico de terreno, un tipo u otro de construcción será más recomendable. Existen piscinas de hormigón, más adaptables a terreno duro, de fibra de vidrio y de acero.
Según el tipo de terreno y el tipo de piscina que se elija, serán necesarios diferentes tipos de mantenimiento.
Tipo de piscina
Las de fibra de vidrio son prefabricadas, de una sola pieza, más económicas en el momento de la compra pero el transporte se tendrá que tener en cuenta. La manutención en caso de fisuras también es bastante fácil.
Las piscinas de acero inoxidable son de coste más elevado pero no son propensas a tener fisuras o abultamientos, también son de más larga duración. Los paneles acostumbran a ser prefabricados pero la construcción en sí se hace directamente in-situ, y son de gran adaptabilidad a terrenos difíciles e incluso con pendiente. Son conductoras de electricidad por lo que es recomendable no tener luces o aparatos eléctricos cerca.
Las de hormigón son las más adaptables al terreno y al diseño. Son las más económicas pero un constructor especializado será necesario para su diseño y puesta en obra. Son las que mejor aguantan las condiciones a la intemperie. Como contra, es un tipo que se construye por etapas, por lo que su construcción será más lenta.
Diseño
El diseño deberá ser en concordancia con diferentes aspectos. Aparte del tipo de piscina que hayamos elegido, tenemos que tener en cuenta su uso futuro.
¿Será usada con fines recreacionales, para jugar y pasar un buen rato en familia, o la usaremos para estar más en forma y hacer ejercicio de manera más divertida?
Elección del constructor
El constructor deberá ser de confianza. Infórmate sobre la empresa: ¿cuántas piscinas ha construido, y cuántos años de experiencia tiene el negocio? Es recomendable firmar un contrato escrito, con garantías de calidad del producto, acabar el proyecto en el tiempo estipulado y, sobretodo, disponer de un presupuesto detallado de todas las fases de diseño, permisos y construcción.
Mantenimiento
La piscina requerirá diferentes tipos de mantenimiento. El agua deberá mantenerse limpia, ya que en muchos sitios no está permitido renovar el agua cada año. Los sistemas de tuberías y filtros deberán estar en buenas condiciones. La forma de la piscina también tendrá un papel en la manutención. Tendremos que tener en cuenta que una limpieza diaria de vegetación será necesaria.
Su material físico, los recubrimientos y materiales aislantes deberán ser de calidad para evitar futuras reformas. Es mejor invertir en la construcción con materiales de calidad, que tener que vaciar la piscina, repararla y volverla a llenar periódicamente.